Añoro tus besos, tus abrazos,
tus caricias, tus tiernas palabras
llenas de ternura y sabiduría.
Ahora aprecio tus consejos,
tus desvelos, tus silencios,
tu mirada perdida que disimulaba
no saber lo que me turbaba
en espera que en ti confiara.
No querías entrometerte en mis problemas
a sabiendas de que yo joven criatura
me creía que sola lo sabría enmendar.
Mientras con engaños me decía:
para que hacerla sufrir con mi mal,
sin darme cuenta que mi callar
tu alma hundía por no dejarme ayudar.
Has tenido que irte tan lejos como el cielo dispuso
para echar de menos tú presencia,
tus consejos, tus desvelos
abrazos y besos.
Tuve que ser madre
para saber de tus alegrías
cuando en tus brazos me mecías,
para saber de tus contentos
cuando feliz me percibías,
para saber de tus dichas
cuando me veías en plenitud crecer.
Para saber de tus penas
cuando no te confiaba mis pesares,
cuando te respondía con evasivas,
cuando de mí esperabas un tierno abrazo
que no llegaba porque siempre tenía prisa
y daba por hecho que con saber que te quería
ya no precisabas de más.
Mamá, con amor ahora te diría
con más ternura que la que te ofrecí
en aquellos días un
¡Te quiero madre mía!
Te colmaría de abrazos
de besos y ternura,
escucharía tus consejos,
te ayudaría en alcanzar la paz
que a causa tu desdicha te turbaba,
caminaríamos de la mano
disfrutando de nuestro amor.
¿Ahora es tarde me pregunto?
No, no es tarde si sabemos sus sacrificios agradecer
y en nuestro corazón guardamos su memoria
con espíritu de eterno amor
y vivir con alegría el saber que hemos sido unas hijas
de una gran mujer.
La experiencia de la vida
me hace reconocer que nadie sabe
a su tiempo la entrega y el amor
de una madre reconocer.
Luisa Lestón Celorio
Día de la Madre 2012
Precioso poema como homenaje a una madre. Te felicito por tanto sentimiento y tanta ternura.
ResponderEliminarUn beso
Rosa.