sábado, 12 de mayo de 2012

LUCHA DE SEXOS Y SESOS.





                                 
                  LUCHA DE SEXOS Y SESOS.

-Las mujeres nos enfrentamos a serios retos, y aunque parezca increíble uno de los desafíos  más penosos de los que nos tenemos que defender es el de nuestro mismo género.  Son ya consabidas las trabas que nos ponía el mundo de los hombres, puesto que  eran muy exclusivistas, y todavía hoy les cuesta  aceptar que la mujer irrumpa en lo que ellos creían hasta no hace mucho que era su coto privado.  
-De la jactancia de algunos hombres que  suponen que sólo ellos son capaces de hacer un determinado trabajo ya no nos escandalizamos; por esa razón, las mujeres vamos buscando instrumentos y leyes que nos defiendan, y nos otorguen nuestros derechos. Queda mucho camino por recorrer, estamos en ello y algún día llegaremos a la meta, claro que para ello no debemos de desistir en  el empeño.
-Pero no sólo nos topamos con el machismo masculino, también nos encontramos con el machismo femenino. Nadie habla sobre esto, pero ahí está con las uñas afiladas; no son un sector mayoritario, pero puede ser muy dañino según en donde se encuentre instalado.

-COMENCEMOS POR EL HOGAR: Una madre que sigue enseñando de forma diferente a los hijos y a las  hijas en el campo de la responsabilidad de las tareas del hogar, en el  social  y laboral, en el  de los sentimientos, en el respeto al otro sexo, estas madres actúan de  manera muy machista. Es un gran  problema para la sociedad, para sus hijos, y aún mucho más para el resto de las mujeres.
-Una mujer que cuando llega a un puesto de responsabilidad, bien sea político, académico o empresarial, y abandona su gran potencial femenino para copiar las actitudes masculinas puede volverse tan dura en sus actos como los hombres. No es malo que una mujer aprenda de los hombres lo positivo que ellos tienen, como tampoco estaría de más que ellos aprendiesen de la mujer sus cualidades.
-El problema es que ellos no ven nada positivo que aprender de la mujer ya que según su entender, el género femenino es endeble, con falta de capacidad para defender una labor importante.
-La mujer sí debe aprender de la eficacia masculina, porque ellos sí que saben cómo trabajar y producir con responsabilidad.
-Bueno sería que los unos y las otras aprendiesen lo positivo de ambos. Claro que si en sus familias les enseñasen, no sería menester  que nos fuésemos dando lecciones.
-Tristemente podemos comprobar cómo hay mujeres que cuando llegan a un determinado puesto se vuelven tan machistas como  sus propios compañeros. El tener que competir con ellos, el deseo de demostrar que son iguales, las lleva a olvidarse de sí mismas y se convierten algo así como mutantes. Sin embargo está comprobado que la mujer que se guía por sus convicciones femeninas suele ser muy buena empresaria o  lleva  hacia adelante, con muy buen criterio,  su trabajo en cualquier campo.
-También tenemos aquellas que se convierten en una réplica de sus esposos o padres. Aceptan sus tiranías y tratan de quedar bien con ellos, así que no les discuten nada. Estas, terminan imponiendo a las demás los criterios de los hombres de la casa, por lo tanto, juzgan de la misma manera que ellos al resto de las mujeres. Si ellos entienden que las mujeres no son capaces de valerse por sí mismas, que no son capaces de hacer algo sin que sea guiada por su marido, ellas terminan criticando e incluso poniendo  en duda la valía de otra mujer.

-Todavía en la sociedad hay quienes siguen pensando que la mujer es el “sexo débil”, incluso algunas se muestran como tal; esas son las que se han criado en un mundo superfluo, que siguen sintiéndose damiselas encantadoras que se turban a la primera de cambio. Creo que de estas ya quedan pocas, pero “haberlas, hailas”. Por cierto, para los hombres son  más fáciles de manejar, ya que no les suelen dar mucha lata. A estas mujeres les es suficiente tener la chequera repleta, y el pensar les es muy enojoso. Creo que, hoy por hoy, este estilo de mujer ya está caduco, pero  lamentablemente, aún quedan retazos de aquella educación donde la “mujer florero”  resultaba  muy manejable para el varón. Lo triste es que estas mujeres cuando se topan con la cruda realidad les suponen unos traumas tan grandes, que les es mucho más difícil salir del atolladero que a aquellas que han vivido inmersas en el mundo real.
-Y no olvidemos las sacrificadas esposas y madres que además de ser criada para todo, no tenían vida propia ya que toda su existencia estaba dedicada a cuidar de su familia, incluidos sus mayores, sin derecho ni a poder quejarse ya que esa era la labor que les estaba y sigue estando asignada desde el momento de su nacimiento. Estas mujeres aún siguen ahí en la lucha, y con la penosa experiencia de que nadie les agradece su trabajo, ya que se da por hecho que es su deber, y por lo tanto, nada tienen que reclamar. Incluso sus hijas no son capaces de ver en sus madres una persona con derechos, sólo son madres o abuelas que cumplen con las obligaciones que  les imponen.
-Pero  se ha de reconocer que algunos hombres van descubriendo que las mujeres no son precisamente tan  débiles como decían, y se van concienciando de que la fortaleza de la mujer, en ocasiones, es superior a la de ellos con mucho, claro, eso sí, si no la comparan con la fuerza bruta. Pero no todos  lo entienden así. Se puede decir que son muchos los que  aún rechazan que una mujer pueda defender un puesto lo mismo que ellos, o más bien les conviene parecer que se lo creen así, pues de esta manera en el hogar y en las empresas las  marginan en el trato y económicamente. Así es que tendremos que seguir trabajando  duramente, sin decaer.
-Mientras tanto, seremos juzgadas como el sexo débil, a pesar de demostrar a lo largo de la vida que eso no fue más que un eufemismo, como muchos otros, que recayeron sobre la mujer con el afán de discriminarla. Desde siempre, y por poner un ejemplo, ya en la antigüedad, el mismo Aristóteles  -uno de los grandes pensadores de la historia-  decía, que a la mujer le faltaba algo, que era un hombre incompleto. Y por desgracia, estas ideas pasaron al cristianismo, y tampoco se libran el resto de las religiones.
-Por ejemplo es sabido como Pablo de Tarso, es decir San Pablo que fue el apóstol más influyo  en el antiguo cristianismo, dado a que reunía en sus raíces dos culturas, la judía y la helénica. Por tanto de de ahí la idea que tenía sobre la mujer. Mientras Jesús, liberó a la mujer de la carga de la cultura judía que era muy represora sobre ellas, es decir, lo que hoy diríamos, muy machistas, no olvidemos que para los judíos  el valor de una mujer se medía por la dote familiar, tantos camellos o burros, tanto valía.
-La mujer era una parte más de la hacienda familiar. Mientras que Jesús le dio a la mujer, el mismo valor que al hombre, Pablo llegó  con su cultura judío- helénica y decía cosas como estas:
-La mujer aprenda en silencio con toda la sujeción, porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre; sino estar en silencio.
-No se quedó en esto, sino que aporto muchas más ideas muy peregrinas, todas contra la libertad de la mujer.
-Luego llegaron los llamados padres de la iglesia y entre otras lindezas que han marcado mucho la historia nos dejó San Agustín esta frase que tanto daño hizo a las mujeres:
-Aun para traer hijos al mundo la mujer no se priva del pecado.
-Y nadie se lo discutió. Mientras se decía que teníamos que criar hijos para el cielo, que debíamos cumplir con el débito matrimonial. Se nos condenaba por falta de pureza y no ser como la Virgen María.
-Y digo yo: ¿Según nos han contado, ella no jugaba con ventaja? Pues que sepamos la única manera que tenemos para concebir es la que es.
-Todo un concilio se dedicó a discutir si la mujer tenía alma e inteligencia.  Esto influyo mucho en nuestra cultura y llegó hasta nuestros tiempos, de ahí nuestros problemas.
-Es una lástima que Pablo no coincidiese con Platón que para él la mujer era tan persona como los hombres. Me pregunto: porque la postura de Aristóteles hizo más meya que la de Platón? 
-En Grecia nació la democracia, pero para los hombres, las mujeres no contaban ya que eran ciudadanas de segunda o tercera. Y así lo debieron entender los políticos ya que no olvidemos, que por causa de esa nefasta cultura durante años  se  negó el voto a las mujeres y  eran tomadas por menores de edad, dignidad y gobierno.
¿No era esa la frase que corría de voz en voz incluso entre las mismas mujeres?
-La historia está ahí y es irrefutable. Sería largo, muy largo de narrar, todos los datos históricos desde los griegos hasta aquí, por lo que ha pasado la marginación de la mujer dentro del hogar, en el mundo religioso, y en  la sociedad que lo abarca todo, y también en lo político. No debiéramos echar en el olvido que en el año 1908, en Nueva York, las trabajadoras de grandes fábricas se declararon en huelga para exigir mejoras laborales, aumento de salarios y el fin del trabajo infantil y el resultado fue la muerte de 129 mujeres, quemadas en la fábrica Cotton Textil Factory por los propios dueños de la misma.
-Ya anteriormente las mujeres de las fábricas se habían manifestado,  y por lo tanto se les reprimía policialmente y políticamente, pero ese día fue tan terrible que se escogió para conmemora el día de la mujer trabajadora, es decir de todas las mujeres ya que la mayoría fuera o dentro del hogar trabajan algunas a doble jornada.
 -Nos encontramos con mujeres desde hace muchos años, que fueron unas grandes feministas, aunque por entonces no se hablaba de feminismo, pero ellas sí que se defendían de la tiranía masculina.
-Recordemos a Sor Juana Inés de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, que fueron mujeres muy inteligentes y no se dejaban manipular por el patriarcado. Claro que también se ha de decir que eran mujeres muy especiales, en inteligencia, preparación académica, e incluso  tenían la suerte de pertenecer a familias acomodadas, aunque en el caso de la monja mexicana era como se decía “una bastarda”, pero una bastarda de alta alcurnia que vivía en la corte junto a un abuelo muy talentoso y rico. Ambas se rebelaban con gran agudeza y valentía contra la opresión masculina.
Son muy aclarativas  estas famosas redondillas de cómo se las gastaba Sor Juana Inés de la Cruz:
“Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal.

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a la otra por fácil culpáis”.
De  Sor Juana Inés de la Cruz
-Sin embargo, a pesar de tantas luchas, algunas mujeres siguen comportándose como aquellas que seguían las pautas que sus maridos les imponían sin ponerlas  en tela de juicio. En muchas ocasiones no se sentían a gusto con el papel que les otorgaban, pero su deber era el obedecer sin rechistar. Esto les llevaba a vivir con tremendas frustraciones que solían descargar con las gentes que tenían a su servicio, con las hijas, nueras,  amigas… Al final eran una réplica de sus maridos. Para tenerlos contentos se convertían en unas disciplinadas vasallas de los patriarcas familiares.    
-Parece que quedan reminiscencias de aquellos tiempos en algunas mujeres. Es triste decirlo, pero más aún vivirlo, sufrirlo. Se quejan de los malos momentos que vivieron, incluso de sus jefas y jefes, de sus maridos, sin darse cuenta de que están reproduciendo los mismos comportamientos con aquellas mujeres que ellas consideran que no son capaces por sí mismas de hacer aquello que quizás ellas no sean capaces de hacer, o simplemente que temen que les hagan sombra. Aquí se entrecruza clara y llanamente la envidia.
-Ejemplo: es de todos sabido que una mujer, hace años, no podía publicar un libro con su nombre. No podía porque no se lo publicaban, de manera que si quería que saliese a la luz, tenían que hacerlo con seudónimo. Se escondía tras un nombre ficticio, y ese nombre solía ser de hombre. Ahí tenemos a la famosa escritora Cecilia Böhl de Faber y Larrea que firmaba como -FERNAN CABALLERO-

-Otras se escondían tras sus maridos para poder sacar a la luz sus obras. CATERINA ALBERT (1869-1966) descubrió la crueldad del mundo editorial desde su entrada en él en  1898 con el monólogo “La infanticida”. El texto alarmó a todos por el tema que trató, pero sobre todo porque era una mujer la que lo firmaba. Caterina Albert recurriría desde ese momento al seudónimo VÍCTOR CATALÁ, personaje de una de sus obras. Quiso así apaciguar la polémica sobre su literatura, cuyo principal pecado estribaba en su extrema dureza, algo inconcebible e imperdonable para una mujer.

 -La novelista francesa COLETTE (1873-1954) conoció de primera mano esta usurpación. Su marido no tuvo escrúpulo alguno a la hora de animarla a escribir sus primeras obras, la serie Claudine (1900-1903), para luego firmarla él.
(Datos  sacados de la historia –LA VIDA ESCRITA POR MUJERES- de Círculo de lectores)

-Ahora ya no hace falta que una mujer se tenga que camuflar entre el gran vergel caballeresco. Por sí solas pueden publicar con su nombre propio. Pero es ahora cuando nos topamos con lo inesperado.
Tras la publicación de un libro escrito por una mujer, que su oficio, según rezaba hasta no hace mucho  en su documento de identidad, era el de -SUS LABORES, hoy AMA DE CASA,- pues bien, se desató un serio interrogante entre algunas féminas que la conocían, o más bien, creían conocer a la autora:    ¿Este libro lo has escrito tu sola? ¿No te ayudó tu marido o tus hijos? le preguntaban. Otras, afirmaban que aquel libro no lo había escrito ella, que se lo había escrito su marido. Triste, pero este comportamiento es el de algunas mujeres que no son capaces de valorar la labor de la mujer.
-Pasado un tiempo la misma autora publicó otros libros, y las dudas volvieron a recaer sobre su autoría. Siempre las dudas provenían del género femenino, ningún hombre que se sepa lo puso en duda.
Algunas mujeres llegaron  a ponerse en evidencia al  dudar de que otra  pueda tener  suficiente vocabulario  como para escribir por sí sola  un obra con un léxico tan rico- según dejan entrever en sus comentarios-. Según parece,  cuando la autora de dichos libros habla con sus amigas, no luce tan rico vocabulario.  
-Quizás algunas personas piensan que alguien debe de hablar como escribe, que tiene que demostrar en sus conversaciones todo su vocabulario, algo así como si estuviese hablando con un diccionario en la mano.
¿No resultaría un tanto pedante si un escritor se expresase verbalmente como escribe?
-Estas críticas tan poco constructivas nos llevan a poner en duda, no a la persona que escribe, sino la inteligencia de algunas osadas que no son capaces de  reconocer que una persona de su mismo género pueda hacer algo más que dedicarse al mero cotilleo y que por sí sola pueda hacer lo que hasta no hace  mucho tiempo estaba vedado a la mujer. Por otro lado nos podemos preguntar: ¿No se esconden detrás de estos comentarios residuos machistas?
-Como podemos ver, la lucha de la mujer no es sólo para defenderse de determinados hombres sino que también tienen que esquivar las zancadillas de algunas de sus congéneres.

-También es conocido cómo  les hacen la vida imposible a algunas mujeres en cualquier empresa cuando tratan de prosperar en su puesto. Si bien lo tienen difícil entre sus compañeros, no es menos cierto que sus compañeras no suelen servirles de mucha ayuda.  No trato de generalizar, pero ¿Quién no conoce esta clase de situaciones? ¿Quién no las ha vivido en sus propias carnes? Cuanto más alto es el cargo, mayores son las zancadillas.  Al final,  luchando contra la rivalidad,   logran salir adelante, pero el triunfo en ocasiones les sale caro ya que dejan por el camino no sólo mucho trabajo, sino también su salud, y algunas hasta sus parejas ya que todavía hay hombres que no aceptan que sus esposas ocupen altos cargos, sobre todo si le va a superar a él. 
-Por otro lado, creo que todas hemos podido ser testigos presenciales o  escuchar en los medios de comunicación cómo las mujeres que están ubicadas en el mundo intelectual o con altos cargos en la sociedad, cuando hablan del mundo de la mujer, se les llena la boca de grandezas a la hora de hacer comparaciones. Para ellas sólo existe una clase social, y el mundo de la gran mayoría de las mujeres no existe. Cuando reclaman un mundo mejor para la mujer, sólo salen a la palestra las intelectuales, las académicas, las científicas,… nunca se les oye reclamar  unas dignas pautas de comportamiento o derechos sociales para el resto de las mujeres. No he de negar que  hay excepciones, pues también algunas se comprometen con las más desprotegidas. Pero siguen quedando en las fronteras de las instaladas entre las altas esferas y en los extremos más penosos. La gran labor de quienes -por decirlo de alguna manera-  están en el medio, no es tenida  en cuenta. Si estas  reciben algún apoyo, no es precisamente de las mujeres que se encuentran entre el sector de las consideradas intelectuales, salvo que  sea para servirles o sacar algún beneficio de ellas.
-Supongo que será porque, en el caso de las empresarias, si lo hacen así, tirarían piedras sobre su propio tejado. En el caso de las intelectuales presumo que sea por olvido, eso digo, por olvido, ya que prefieren divagar sobre las  diosas del Olimpo que bajarse a la realidad cotidiana.
-Si bien es cierto lo importante que es la cultura, el conocer la historia incluso desde la prehistoria, pasando por las divinidades griegas y romanas y todas las religiones paganas, y conocer la historia literaria y sus autoras hasta nuestros días, creo que no es menos importante que se hable de la historia de las muchas mujeres que dejaron su piel y su vida a lo largo de los tiempos por construir un mundo mejor, aunque estas no fuesen grandes personajes y hubiesen sido mujeres sencillas, pues al fin y al cabo  la mayoría de las mujeres eran y son mujeres sin grandes estudios, pero sí con gran inteligencia y capacidad  de trabajo y responsabilidad para construir mejores condiciones de vida para todos.
-Veamos a nuestras antepasadas, abuelas, madres,… cómo a pesar de los tiempos de guerras, de tremendas dificultades, no se apoquinaron, sino que lucharon y lograron dejarnos un mundo mejor. De modo que no estaría nada mal que además de debatir y recordar a las diosas mitológicas también se enseñe  la historia de las mujeres del ayer y del hoy, de esa manera, quizás valoremos  más lo que poseemos. Sinceramente, da la impresión de que algunas mujeres, entre tantos legajos, van perdiendo la perspectiva de la realidad social.

-No está de más, que vuelva a recordar que  es cierto  que también hay quienes se comprometen con las mujeres menos afortunadas, que son unas grandes luchadoras por alcanzar el bienestar, la cultura, la dignidad para todas. Pero lamentablemente, cuando hay alguien que hace estas cosas, se convierte en noticia, ya que no es lo cotidiano.
-Cuando puse el titulo de LUCHA ENTRE SEXOS Y SESOS fue pensando precisamente en que no siempre la pugna por alcanzar los derechos que nos corresponden como ciudadanas, las tenemos que blandir  en el campo masculino, sino también entre nosotras mismas, porque nos topamos con algunas con el seso “confundido” por una pesada educación de la que no  saben o en ocasiones no les interesa desprenderse.

-Podría seguir poniendo más ejemplos, pero seguro que todos sabemos, más que suficiente, lo que se cuece entre algunos grupos, lo mismo femeninos que masculinos.
-La gran tragedia de la mujer es el mundo machista, sin olvidar que también el machismo se esconde entre el género femenino que ejerce la explotación y los maltratos dentro de su mismo género.
-Para acabar con estas malas prácticas, tenemos que admitirlo de la misma manera que lo hacemos con los malos actos de los hombres, pues es la única forma de poder buscar la mejor terapia para erradicar el machismo venga de donde venga, y tener en cuenta que la mujer machista no se ve tal, pues le ocurre como a los hombres; los hay que dicen: Yo ayudo a mi mujer en las faenas de la casa, le dejo libertad para que haga sus cosas e incluso de vez en cuando la saco de paseo o a comer por ahí. Sí señor, les dejan libertad… ahí no es nada, tal y como si fuesen sus dueños o ellas fuesen sus esclavas.
-Por otro lado ellas dicen: Me joroba el machismo, me defiendo con uñas y dientes de esos impresentables. A mis hijos e hijas no les distingo a la hora de educarles- y es cierto- pero luego su comportamiento no lo deja tan claro, algo así como la persona que dice: me encanta la naturaleza, y luego prende fuego a los montes. Cuando hablan de los hombres no encuentran nada bueno en ellos, de continuo son reproches, que si son (…) todo los que les viene a la boca. Pero luego sus actitudes, como ya he manifestado, no van acordes con sus palabras.
-Denunciar esto no es ir contra nosotras, contra todas las mujeres, por el contrario, es denunciar un hecho que con educación podemos ir cambiando. Es muy posible que esas mujeres ni se den cuenta de su actitud ya que algunas critican lo que hacen con ellas, porque también son víctimas del machismo.
-Aquí quiero hacer una precisión sobre lo que estoy hablando: Me permito entrar en un campo que quizás resulte un tanto polémico si no se comprende bien lo que quiero decir. Como persona sensible a los malos tratos psicológicos y físicos que muchas mujeres están sufriendo suelo levantar la voz a favor de ellas. Pues bien, pienso que si pedimos que los hombres apoyen nuestra causa, ya que no creemos que todos sean participes  de las malas prácticas de  los acosadores y maltratadores, también nosotras tenemos que predicar con el ejemplo y no perder de vista que entre las mujeres también las hay maltratadoras, menos, pero las hay. Esas mujeres ensucian nuestra dignidad de mujer, amén de que por su causa se pone en tela de juicio nuestra lucha por alcanzar la plena igualdad ya que los hombres levantan la voz denunciando que para ellos no hay justicia. Quizás digan esto con cierta parte de razón ya que es sabido por todas nosotras, que en ocasiones, se dan circunstancias muy penosas para algún hombre dado que la ley no les favorece, porque con razón no siempre justa, por defender a la mujer de los malos tratos, del varón  se pasa de largo.  Sabemos que en alguna ocasión no son ellos los causantes de los males, quizás por el hecho de que el maltrato femenino no sea tan violento como el de los hombres, salvo en raras excepciones, y porque  el machismo de ellos mismos no les permite aceptar que están siendo maltratados, y desde esa postura machista no van a denunciar su situación.
-Ahora bien, nosotras ante esta situación  no debemos meter la cabeza debajo del ala, y sí debemos denunciar esta situación, que por el hecho de no matar a sus parejas, no dejan de ser violentas  maltratadoras. En este caso me refiero al maltrato psicológico.
-Creo que debemos apoyar a los hombres que se ven maltratados por sus compañeras y exigir a la justicia que aquella mujer o aquel hombre que denuncie malos tratos y se descubra que es así, se pongan medios para evitarlo, y si por el contrario  mienten o utilizan la calumnia para desacreditar a su pareja  con falsas denuncias, se les debe castigar ya que  crean unos  gastos, manipulan la justica  y produce malestar social, sobre todo en las familias que son acusadas y acosadas por causa de esas malas prácticas. El  castigo ha de ser severo, tan severo como el daño que causan.
-No podemos defender lo indefendible, ni nosotras ni ellos. Hay que ser coherente y no exigir lo que nosotras no hacemos. Creo que es una manera de ser fieles a nosotras mismas. No debemos aceptar que por el hecho de ser mujer se defienda lo indefendible.  No olvidemos nunca que la maldad no es cuestión de género, sino de personas. Lo que diferencia a los unos de las otras es la fuerza física, el poderío masculino  y la dependencia económica de la mujer. Estas razones son las que aprovechan los maltratadores sobre la mujer que ante estas situaciones se ve indefensa, pero para el hombre la mayor indefensión son ellos mismos ya que no se permiten denunciar porque su hombría, pues según su parecer, quedaría en entredicho.

-Pese a este comentario, que espero que haya sido bien interpretado,  lo que sí es cierto, es que para que la mujer logre alcanzar la meta que se merece, debemos estar todas unidas, sin quiebras. Si algo debemos aprender de los hombres es que a pesar de no ser todos iguales, sí que todos están unidos para defender sus territorios.
-Quiero dejar muy claro que la mayoría de las mujeres estamos unidas. Pese a nuestras diferencias sociales, las que se excluyen son las mínimas, y están en su derecho de no contribuir a la causa; si viven bien y son felices, nada tengo que objetar, salvo que en ese caso no zancadilleen  a las demás.

-También he de decir que nadie nace aprendido, que todos y todas -voy a decirlo en términos modernos-TENEMOS QUE RECICLARNOS. La educación que hemos recibido en muchos casos es muy buena, pero en el campo de la convivencia entre los dos géneros,  no nos es válida. La mujer ya no está dispuesta a vivir sumisamente, no está dispuesta a vivir privada de libertad, a que nadie la mangonee, ni mucho menos, que su independencia sea concedida o privada por su pareja.
-No me gustan los radicalismos en ningún campo, ni siquiera en el feminismo. Cuando este se vuelve radical e intransigente, en total, es negativo. Ser feminista es tratar de que los hombres y mujeres caminemos a la par, sin sentirnos unos superiores a otros, conseguir que la mujer tenga los mismos derechos sociales que ellos,  e incluso, mejor que todo eso, juntarnos todos para mejorar este mundo tan falto de coherencia y amor.
Entristece cuando se oye a algunas mujeres que están instaladas en el mundillo político, decir que las feministas son FEMINACISTAS.  SIN COMENTARIOS. CREO QUE SE COMENTA POR Sí SOLO.

-Y ANTE ESTA SITUACIÓN QUE SE DEBE HACER, ¿SEGUIR INSTALADOS EN ESTA CULTURA QUE NOS HACE TANTO DAÑO TANTO A MUJERS COMO A HAOMBRES O CAMBIAR DE CHIC?
 YA FUIMOS CAMBIANDO POCO A PAOCO SINO VEAMOS ESTE   BREVE RECORRIDO POR LA RECIENTE HISTORIA. PERO NO PODEMOS PARAR, HAY QUE SEGUIR EN LA BRECHA, PERO PARA ELO DEVEMOS PREPARANOS LO MÁS POSIBLE.
Como resumen, voy a hacer un pequeño recorrido por nuestra reciente historia, sólo como recordatorio de dónde partimos, así podemos entender mejor lo que he tratado de exponer. Las que somos de una cierta edad  no será preciso que os lo recuerde, pero sí a nuestras y nuestros jóvenes, ya que en ocasiones ni se creen las historias que les contamos.
-Lo que todos sabemos es cómo hemos vivido durante muchos años en una dictadura, una dictadura que además estaba muy impregnada de religiosidad. Esto conllevaba  un estilo de vida muy represivo. También es cierto que la religión desde siempre fue muy tirana con la mujer, pero cuando se junta con la política se hace dramático.
-La evolución de la mujer en estos últimos años casi se puede decir que fue galopante. Antes he dicho que algunas mujeres, y quiero recalcar lo de algunas, que están instaladas en determinados lugares, no se acordasen de las demás, y pese a ello, estas mujeres, con sus avances, con sus estilos de vida, hicieron llegar al pueblo llano sus progresos.
-Cuando las mujeres de alto poder adquisitivo salían  de España, solían encontrarse fuera de lugar. En Francia, que era el país más cercano y a donde acostumbraban a ir de vacaciones, las modas eran totalmente distintas a la de aquí, no sólo en el vestir, sino también en el comportamiento en  sociedad. Estas señoras o señoritas, en un principio se escandalizaban, pero pronto copiaban aquellos estilos de vida porque les terminaba siendo muy atractivo, y francamente, cuando volvían a España hacían visibles sus conocimientos cosmopolitas, pues parecía que  les daba un toque de distinción entre sus amigas, sobre todo en aquellas que no habían tenido la fortuna de cruzar los pirineos. Las más atrevidas reproducían aquellos estilos de vida. No les era muy fácil, pero pocas personas se atrevían a contradecirlas salvo a sus espaldas que las ponían a caldo, pero algunas de sus amigas pese a sus críticas también intentaban copiarlas.
-Luego, llegó el turismo, y ¡caray!,  poco a poco las damas más pudientes y atrevidas comenzaron a perder los falsos pudores.

 -VAMOS A VER UNA ESCALA DESCENDENTE, ES DECIR, DE ARRIBA ABAJO.
-La reina se moderniza, la condesa le sigue a la zaga, para no ser menos la marquesa entra en el juego, la señora del empresario, del banquero, del alcalde no van a ser menos.
-Las doncellas de hogar copian las modas, el pueblo llano se impregna de los nuevos hábitos, y  para ayudarnos llegaron las francesas, las suecas y las larguiruchas inglesas.
-Nuestras playas se llenaron de bikinis, las calles de pantaloncitos y minifaldas.
-Elvis nos enamoraba con sus baladas y movimientos de caderas, que a los mayores les causaban pavor, mientras que con sus trajes con flecos y con su brillante guitarra nos provocaban, y los muchachos le copiaban su tupé y cazadora de cuero.

 -Los BEATLES, RollingStone hacían sonar sus estruendosos instrumentos.  Los grupos nacionales les copiaban. Triunfaban los Brincos y los Mustan, Miguel Rios  y Juan y Yunior.

El Dúo Dinámico nos deslumbraba con sus chalecos de pico, sus pantalones blancos, mucho más inmaculados que las letras de sus descarados cantos donde nos recordaban que quince años tenía su amor.
 -Comenzamos a bailar el Tuis, el Rock y la Yenka. El tango, los boleros y el pasodoble nos sonaban a añejos.
-Las parejitas perdiendo el recato se cogían de la mano, no se ocultaban de los vecinos ni de sus padres y hermanos.
-Poco a poco se soltaron la melena, se cardaban el pelo, fumaban Chester, bebían Coca-Cola y vino sin soda.
-Se quitaron la faja, la mantilla y el pañuelo, mientras el despistado de  Manolo Escobar busca su carro perdido a la vez que  pretendía impedir a  su novia ir a los toros con minifalda, pero llegó tarde, ya casi estábamos en toples.
-Y llegaron los grandes temores de nuestros padres.
-La sociedad se escandalizaba del descaro de las jovencitas que ya no seguían sus pautas.
-Los hombres se desconcertaban, empezaban a perder el poder de la seducción, las muchachas más valientes no tenían reparo en ser ellas quienes decidiesen romper la relación, o algo más sencillo, darles calabazas. 
-Se comenzaba a discutir eso de entrar  en casa a las diez.
-Ya no es suficiente que  la mujer sólo sepa leer, escribir y las cuatro reglas, ser pantalonera o bordadora y buena cocinera. Las más afortunadas ya comenzaban a ser mecanógrafas, y con suerte secretarias. Esto también se quedó pequeño. Así que las que no pudieron alcanzar metas más altas decidieron que sus hijas no caminasen por sus mismos senderos, y lucharon para que  fuesen libres económicamente, porque la economía propia no obliga a tener que resistir todo lo que les echen por un plato de lentejas.
-Esto trajo consigo que los malos tratos en el hogar no se quedasen en disputas o unas bofetadas, entonces salió la parte más fiera de los machistas y llegaron muchos más asesinatos.
-El divorcio ayudó a que muchas parejas acabasen con una vida llena de penurias, pero tampoco fue la panacea, aunque siempre es preferible a los eternos sufrimientos de los malos tratos.
-Entre esto y muchas más cosas, nos fuimos liberando de tantos falsos pudores. Pero nos faltaba lo más difícil por alcanzar. Dimos algún pasito, pero aún nos queda mucho camino, ya que es más aparente que real lo conseguido. Mucho sobre papel, pero poco en la realidad.  
-Con todo mi cariño a todas las mujeres: las machistas, las que no se dan cuenta de que actúan como tal, las que se olvidan que son hijas de unas madres que lucharon para hacer de ellas unas mujeres libres e independientes. Para las que están en la brecha tratando de que todas las mujeres logren alcanzar la verdadera igualdad entre los distintos sexos y sesos.

Luisa Lestón  Celorio.-     Pravia, 9 de marzo de  2012.

Registrado (Duración sin pausas 30 minutos)




domingo, 6 de mayo de 2012

REFLESIÓN EN EL DÍA DE LA MADRE 2012



Añoro tus besos, tus abrazos,
tus caricias, tus tiernas palabras
llenas de ternura y sabiduría.

Ahora aprecio tus consejos,
tus desvelos, tus silencios,
tu mirada perdida que disimulaba 
no saber lo que me turbaba
en espera que en ti confiara.

No querías entrometerte en mis problemas 
a sabiendas de que yo joven criatura
me creía que sola lo sabría enmendar.
Mientras con engaños me decía:
para que hacerla sufrir con mi mal,
sin darme cuenta que mi callar 
tu alma hundía por no dejarme ayudar.

Has tenido que irte tan lejos como el cielo dispuso
para echar de menos tú presencia,
tus consejos, tus desvelos
abrazos y besos.

Tuve que ser madre
para saber de tus alegrías
cuando en tus brazos me mecías,
para saber de tus contentos
cuando feliz me percibías,
para saber de tus dichas 
cuando me veías en plenitud crecer. 

Para saber de tus penas 
cuando no te confiaba mis pesares,
cuando te respondía con evasivas,
cuando de mí esperabas un tierno abrazo
que no llegaba porque siempre tenía prisa
y daba por hecho que con saber que te quería
ya no precisabas de más.

Mamá, con amor ahora te diría
con más ternura que la que te ofrecí 
en aquellos días un
¡Te quiero madre mía!

Te colmaría de abrazos
de besos y ternura,
escucharía tus consejos,
te ayudaría en alcanzar la paz
que a causa tu desdicha te turbaba,
caminaríamos de la mano
disfrutando de nuestro amor.

¿Ahora es tarde me pregunto?
No, no es tarde si sabemos sus sacrificios agradecer 
y en nuestro corazón guardamos su memoria 
con espíritu de eterno amor
y vivir con alegría el saber que hemos sido unas hijas 
de una gran mujer.

La experiencia de la vida
me hace reconocer que nadie sabe
a su tiempo la entrega y el amor
de una madre reconocer.

Luisa Lestón Celorio 
Día de la Madre 2012